Bogotá, mayo 28 / 2025.- Abordar la atención en salud para las mujeres es transitar por un terreno variopinto que muestra en su paisaje intenciones y propuestas para facilitar el acceso de ellas a los servicios de atención en salud, pero evidencia relevantes falencias para lograr el objetivo que trazan los lineamientos gubernamentales en distintos niveles.
El Plan Nacional de Desarrollo 2022 – 2026 (PND) define a la mujer como el centro de la política de la vida, así como de las transformaciones sociales y en relación con la salud de la población femenina, traza distintas líneas que buscan garantizar el derecho de salud plena para las mujeres.
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Buscamos distintos puntos de vista sobre la realidad de los servicios de salud para las mujeres con una fuente del sector gobierno y otras de sociedad civil para verificar si los planes y propuestas concuerdan con la vivencia. También se consultaron distintos documentos relacionados con el tema, los cuales se citan en el desarrollo del relato.
La ‘interlocución’ se adelantó con:
- Secretaría Distrital de la Mujer (Bogotá).
- Fundación Mujer y Futuro, organización que brinda acompañamiento a mujeres en situación de vulnerabilidad y víctimas de distintas formas de violencia.
- Fundación Casa Gami, organización social que brinda apoyo a la mujer en la ciudad de Cali (Valle del Cauca).
La consulta con cada una de las fuentes siguió la ruta que marcan las siguientes preguntas:
- ¿Cuál es la situación actual de los servicios de salud para las mujeres?
- ¿Qué barreras encuentra la mujer en los servicios de atención en salud?
- ¿Cuáles son las necesidades relevantes en temas de salud para las mujeres?
¿Cuál es la situación actual de los servicios de salud para las mujeres
Respecto de esta pregunta, la Secretaría Distrital de la Mujer señala que su misión y funciones no tiene relación directa con los servicios de salud, razón por la cual se abstuvo de responder este punto.
Esta organización social señala limitaciones en el acceso efectivo a los servicios de salud sexual y reproductiva, especialmente en zonas rurales y en comunidades con bajos recursos, tal como la población migrante.
Además, las mujeres no reciben la información necesaria para tomar decisiones respecto de su salud.
Agrega que es evidente la falta de servicios integrales en salud mental, situación que impide brindar una adecuada atención a las mujeres que han vivido experiencias traumáticas o que enfrentan situaciones de vulnerabilidad emocional.
A este panorama, se añade un incremento en los casos de violencias basadas en género y un alto riesgo de feminicidios, sin que se tengan las respuestas efectivas y necesarias desde las instituciones.
La organización social de base comunitaria señala que para las mujeres con VIH la situación de los servicios de salud es compleja.
María Nayibe Gil, vocera de Casa Gami, explica que en la atención integral las autorizaciones para las consultas médicas especializadas de control y seguimiento, tardan demasiado tiempo.
Agrega que la entrega de medicamentos se realiza de manera parcial y en algunos casos no se suministra ningún medicamento; además, cambian los dispensarios, situación que afecta la salud y calidad de vida de las mujeres.
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¿Qué barreras encuentra la mujer en los servicios de atención en salud?
En relación con las barreras que enfrentan las mujeres para acceder a los servicios de salud, la Secretaría (SDMujer) señala que se pueden encontrar obstáculos geográficos, administrativos, económicos, técnicos, culturales y sociales.
SDMujer precisa que distintos factores inciden en el impacto de esas barreras: la edad, la etnia, la ubicación geográfica y condiciones de discapacidad, entre otros.
En este sentido, la investigación que adelantó el Observatorio de Mujeres y Equidad de Género (OMEG), en 20231, identificó que las mujeres migrantes venezolanas son víctimas de violencias obstétricas durante el embarazo, maltrato, discriminación y esterilización forzada.
Respecto de las mujeres con discapacidad, la Secretaría afirma que ellas presentan mayor nivel de vulnerabilidad en sus requerimientos de salud y enfrentan distintos tipos de violencia, incluyendo sexuales. Precisa que en el caso de las mujeres con discapacidad cognitiva y mental, las personas que les cuidan o las instituciones médicas controlan su salud reproductiva y sexual “tomando decisiones que inciden en la vida, negando su autodeterminación reproductiva y sexual”2.
Otra barrera que se encuentra es el desconocimiento de la lengua colombiana de señas y la arquitectura diferencial en algunos puntos de atención.
Una barrera relevante para las mujeres afrocolombianas es la falta de articulación entre la medicina alopática convencional y la medicina ancestral, situación que genera un choque cultural y no tiene en cuenta sus saberes ni sus vivencias.
En este sentido, la Organización Panamericana de Salud3 resalta que las mujeres afrocolombianas, raizales y palenqueras están expuestas a barreras de género y el racismo institucional, situación que también es parte de la experiencia que viven las mujeres indígenas.
Según el Fondo de Poblaciones de las Naciones Unidas4, estas mujeres tiene mayor riesgo de morir en el parto, por causa del racismo que afecta los distintos niveles del sistema de atención.
Respecto del panorama descrito, la Secretaría Distrital de la Mujer expresa que “estas barreras se consideran innecesarias, injustas y evitables. Para superarlas, se requiere un esfuerzo institucional constante mediante lineamientos técnicos y formación del personal de salud en enfoques de género, diferencial y derechos de las mujeres, para garantizar una salud libre de estigmas”.
En relación con las barreras que encuentran las mujeres para acceder a la atención en salud que no facilitan el ejercicio de ese derecho, la organización señala 14 puntos que evidencian que las falencias:
- Las mujeres no reciben educación sexual adecuada, lo cual limita el conocimiento sobre su cuerpo, sus derechos y opciones en salud sexual y reproductiva.
- Muchas mujeres no reciben orientación adecuada sobre los métodos anticonceptivos disponibles. En algunos casos, no se permite que las mujeres elijan libremente el método anticonceptivo a utilizar.
- La información sobre los efectos secundarios de los métodos anticonceptivos y alternativos, es incompleta o ausente.
- Algunas instituciones aún exigen autorización de la pareja para realizar procedimientos definitivos como la ligadura de trompas, violando la autonomía de las mujeres.
- Las mujeres migrantes que se encuentran en condición irregular, no tienen acceso a servicios de citología o mamografía.
- Muchas mujeres migrantes no están afiliadas a un servicio de aseguramiento en salud (EPS). Cuando están vinculadas a la Seguridad Social en Salud, la afiliación no garantiza el acceso efectivo a los servicios.
- Las instituciones no brindan información clara y oportuna sobre la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Además, no se hace pedagogía sobre el derecho a la IVE para las mujeres usuarias ni para el personal de salud.
- Si imponen requisitos adicionales para acceder a la IVE, requerimientos no contemplados por la ley.
- Algunas instituciones que prestan servicios de salud (IPS) elevan los costos de la IVE en embarazos de semanas avanzadas, para evitar la contratación por parte de las EPS, lo que obliga a muchas mujeres a desplazarse a otras ciudades con mayor oferta de servicios de salud, como Bogotá, para acceder al procedimiento.
- Se presentan casos de violencia obstétrica, especialmente durante la atención de procedimientos relacionados con la IVE.
- Los equipos médicos y profesionales no están formados en las rutas actualizadas de atención en salud sexual y reproductiva. Además, tiene poco conocimiento sobre derechos sexuales y reproductivos.
- Las mujeres víctimas de violencias basadas en género sufren revictimización por parte del sistema de salud.
- Se registra constante escasez de medicamentos, particularmente de métodos anticonceptivos inyectables, lo que limita las opciones de planificación disponibles para las mujeres.
- De acuerdo con las normativas vigentes, las mujeres mayores de 30 años deben ser enviadas para la tipificación del Virus del Papiloma Humano (VPH). Sin embargo, en la práctica, las mujeres solo reciben atención para la citología cervical.
En este aspecto, Casa Gami anota que la mujer mayor y las que viven con VIH enfrentan situaciones de estigma y discriminación.
María Nayibe Gil señala que una barrera relevante para acceder a los servicios de atención en salud es la ausencia de atención médica especializada. Regularmente, las consultas se agendan con un tiempo de espera que está entre los cuatro y los seis meses.
¿Cuáles son las necesidades relevantes en temas de salud para las mujeres?
Con relación a las necesidades relevantes en temas de salud, la SDMujer precisa que la salud plena es uno de los ocho derechos prioritarios de la Política Pública de Mujeres y Equidad de Género 2020-2030, y en ese marco destaca cinco ejes:
- Atención integral en salud para las mujeres en su diversidad.
- Participación para la promoción de la salud social.
- Atención y disfrute de los derechos sexuales y derechos reproductivos para las mujeres y su diversidad.
- Prevención del embarazo adolescente y erradicación del embarazo infantil.
- Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE)
Otro aspecto fundamental es la salud mental de las mujeres, afectada por distintas situaciones como la carga de cuidado en el hogar y la violencia basada en género.
- La organización considera que es fundamental realizar ejercicios de evaluación interna sobre cómo las instituciones del Estado, las instituciones de educación superior), las empresas que prestan servicios de salud (EPS /IPS) están cumpliendo con la obligatoriedad de garantizar el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Esto implica un análisis profundo sobre la efectividad de los procedimientos y el cumplimiento de la normativa vigente en materia de derechos reproductivos de las mujeres.
- Las mujeres víctimas de violencias basadas en género deben recibir atención especializada y acorde a la normativa nacional e internacional. Es crucial que los servicios de salud sean sensibles a la situación de estas mujeres, proporcionando un entorno seguro, libre de revictimización y con el enfoque adecuado para su recuperación física y emocional.
- Es necesario que el personal médico y administrativo de las instituciones prestadoras de servicios de salud (IPS) reciba capacitación constante desde un enfoque de género, especialmente en temas relacionados con derechos sexuales y reproductivos. Ésto permitirá brindar una atención más respetuosa, inclusiva y libre de prejuicios hacia las mujeres, garantizando que sus derechos sean respetados en todo momento.
- Brindar apoyo psicológico en la etapa previa y posterior a los procedimientos médicos es fundamental para el bienestar integral de las mujeres. Contar con asesoría de personal calificado en estos procesos puede ayudar a que las mujeres tomen decisiones informadas, reducir la ansiedad y asegurar que se sientan acompañadas durante la atención en salud.
- Es urgente actualizar las rutas y protocolos de atención en salud sexual y reproductiva, incluyendo la interrupción voluntaria del embarazo, para que se ajusten a los avances legislativos y a las necesidades reales de las mujeres. Los protocolos deben ser claros, accesibles y garantizar un trato digno y oportuno en todos los niveles de atención.
- Es imprescindible incorporar prácticas de trato humanizado en todos los servicios de salud, especialmente en aquellos que afectan directamente a las mujeres. Esto incluye una atención técnica adecuada y un trato respetuoso, empático, que promueva el bienestar físico y emocional de las mujeres.
- Las mujeres deben tener acceso a una amplia gama de métodos anticonceptivos que se ajusten a sus necesidades y preferencias. Además, es necesario ofrecer una asesoría adecuada y personalizada para que las mujeres puedan elegir el método que mejor se adapte a su estilo de vida, salud y condiciones particulares.
- Es necesario que los servicios de citología, tipificación del Virus del Papiloma Humano (VPH) y mamografía sean más accesibles.
- Las mujeres en zonas rurales enfrentan desafíos adicionales para acceder a servicios de salud. Es fundamental implementar estrategias que aseguren el acceso a información y servicios médicos, como la creación de puntos móviles de atención, plataformas digitales de consulta o campañas informativas, de modo que todas las mujeres.
La vocera de la organización explica que algunos profesionales recién egresados no tienen manejo asertivo con las personas con VIH e incurren en situaciones que no favorecen la salud física y mental de las mujeres que requieren el servicio.
En este sentido, precisa que es necesario capacitar a las y los profesionales de la salud en temas de VIH, que conozcan la guía de atención y así ofrecer una consulta diferencial y humanizada, evitando situaciones de estigma y discriminación.
La voz de las mujeres
Con el propósito de contrastar el panorama que relatan las fuentes consultadas con la realidad que viven las mujeres en sus servicios de atención en salud, dialogamos con dos mujeres sobre su experiencia.
De acuerdo con el diálogo, la percepción de la atención médica varía significativamente según el tipo de servicio. Mientras que las citas programadas pueden ser relativamente eficientes si se cumplen los requisitos de tiempo y documentación, la atención en urgencias es complicada o “terrible”, con esperas de entre 4 y 5 horas, donde a menudo la situación no es considerada una “urgencia vital” y se deriva a consultas posteriores. A esto se suman los procesos burocráticos que pueden resultar confusos y demorados.
Las experiencias con los profesionales de la salud en la consulta también varían.
Entre las dificultades, mencionaron que la principal barrera identificada es el acceso a consultas con especialistas.
Durante la conversación, se enfatizó que, a pesar de los marcos normativos, persisten barreras significativas en el acceso oportuno y de calidad a la atención médica para las mujeres, lo que impacta directamente en su bienestar y salud integral.
El panorama de la salud para las mujeres, muestra que la distancia entre las políticas y la práctica sigue siendo considerable. Superar las diversas barreras y garantizar una atención integral en salud, humanizada, libre de estigma y discriminación, requiere un esfuerzo coordinado y sostenido por parte de todos los actores del sistema de salud.
Tal y como dicen las abuelas: Unas son de sal y otras son de azúcar. Es decir, del dicho al hecho, hay mucho trecho.
1- Observatorio de Mujeres y Equidad de Género (2023): Comprender la interseccionalidad: informe final de barreras de acceso a Derechos de las mujeres en sus diferencias y diversidades en la ciudad de Bogotá / https://omeg.sdmujer.gov.co/phocadownload/AnalisisdeCiudad33.pdf
2- Idem (1)
3- Organización Panamericana de la Salud (2019). Estrategia y plan de acción sobre etnicidad y salud 2019- 2025 / https://iris.paho.org/handle/10665.2/51745
4- Fondo de Poblaciones de las Naciones Unidas Mundial-UNFPA (2024). Vidas entrelazadas, hilos de esperanza / https://www.unfpa.org/sites/default/files/pub-pdf/swp2024-spanish-240405-web.pdf