Bogotá, julio 21 de 2025 – Menor probabilidad de adquirir VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS), reducción en el impacto y prevalencia del VIH en las comunidades y el ejercicio de una sexualidad informada, son algunas de las ventajas que ofrece la Prevención Combinada.
Hacia 2013, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA), establecieron objetivos para reducir el VIH/Sida, a través de una estrategia que combina distintas intervenciones[1].
Con el propósito de compartir información detallada sobre esta innovación en los esquemas de prevención, dialogamos con dos médicos especialistas en el tema, consultores de LigaSida: Hernán Dario Vergara, médico epidemiólogo especialista en VIH, y Andrés Mauricio Pérez López, médico magister en VIH, Gerente Científico de Investigación de la IPS Quiasmo
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Etapas del relato

¿Qué es la Prevención Combinada?
ONUSIDA la define como el conjunto de acciones comunitarias basadas en los derechos, la equidad de género y la evidencia, para promover distintas intervenciones que tengan un mayor impacto, en la prevención de la infección por VIH y reducir el número de nuevos casos.2
La Prevención Combinada es una estrategia dinámica que se debe implementar con un enfoque flexible y adaptable a los escenarios locales, teniendo en cuenta las características y particularidades propias del entorno en cada comunidad. Debe responder a las necesidades individuales y colectivas que se han identificado. No es un esquema de prevención estándar que aplica para todas las personas de la misma manera.
Al respecto, Hernán Darío Vergara expresó que una de las ventajas de la estrategia es la posibilidad de adaptarla al entorno social, ya que permite enfatizar la aplicación de distintas herramientas, según las necesidades de la comunidad que se aborda.
El especialista explicó que la Prevención Combinada facilita a las personas vivir una sexualidad informada, conociendo los riesgos y cómo prevenirlos. Agregó que -en el contexto de la estrategia- un factor relevante es el testeo regular, porque un diagnóstico temprano permite que la persona acceda al tratamiento en tiempo oportuno y así controlar su carga viral para lograr una condición de indetectabilidad.
La ruta que traza el Ministerio de Salud
La hoja de ruta que elaboró el Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia incluye distintas intervenciones diseñadas para responder a las necesidades de prevención del VIH3, desde tres aspectos: biomédico, comportamental y estructural.

¿Qué impide el acceso a la Prevención Combinada?
Hernán Darío Vergara afirmó que una de las barreras para acceder a los beneficios de la estrategia es la falta de información sobre las rutas para acceder a ella. Las personas no saben cuál es el camino a seguir.
Desde su perspectiva, todas las personas deben cuidar su salud y la manera de facilitar esa protección es el acceso a la información, sin barreras, sobre las distintas alternativas de prevención.
Otra dificultad es el estigma y la discriminación. Agregó que las situaciones que se registran en algunos servicios de salud, cuando la persona solicita atención relacionada con la prevención o tratamiento de ITS o VIH, y se juzga la vida sexual de la persona “ocasionan que se aleje y no busque más esas herramientas de prevención (…) Reducir el estigma, la discriminación, el juzgamiento, motiva y aumenta el acceso a estos servicios y va a redundar en menos infecciones”.
Andrés Mauricio Pérez coincidió con Vergara al señalar que una de las principales barreras es el estigma y la discriminación. “Muchas personas que han identificado el riesgo de adquirir una ITS siguen experimentando miedos de acercarse a los servicios de salud, consecuencia de la falta de sensibilización frente a las infecciones de transmisión sexual y no permite hablar libremente de estos temas”, precisó.
Agregó que esa falta de sensibilidad social también afecta al talento humano en salud y es necesario capacitarle en Prevención Combinada y así facilitar el diálogo con las personas sobre la estrategia y sus posibilidades para el cuidado de la salud y una vida sexual plena, placentera y segura.
¿Dónde se solicita la Prevención Combinada?
El primer paso es hablar con el servicio de salud. Allí se puede solicitar el acceso a las distintas herramientas de prevención: terapia PrEP, dispensación de preservativos y lubricantes, educación y orientación, entre otras. Esa es la puerta de entrada, explicó Hernán Darío Vergara.
“Todas las empresas aseguradoras, tanto del régimen contributivo como el régimen subsidiado, que hacen parte del Sistema General de Seguridad Social en Colombia, tienen la obligación de velar por la salud sexual de sus afiliados. Así como hay programas para mejorar la salud mental, la salud física, también la salud sexual hace parte de las áreas de trabajo de las empresas que se dedican al aseguramiento”, manifestó el especialista.
Si la persona no cuenta con un servicio de salud, puede acudir a distintas organizaciones sociales que ofrecen servicios de Prevención Combinada.
Vergara señaló que, más allá de contribuir a reducir el impacto del VIH, la Prevención Combinada ofrece otros beneficios para la salud integral de la persona. Es decir, tiene efectos individuales y colectivos.
¿Cuáles son las poblaciones objetivo de la Prevención Combinada?
Al hablar de este aspecto, Hernán Vergara expresó que todas las personas tienen la posibilidad de informar sobre el riesgo de infección por VIH y en ese contexto, el acceso a la terapia PrEP tendría que ser muy amplio. Teniendo en cuenta que los recursos del sistema de salud son finitos, es necesario priorizar este tipo de intervenciones hacia las comunidades que presentan un riesgo de infección más alto.
Desde la perspectiva del derecho a la salud, si una persona de la población general siente que está en riesgo, puede consultar la situación con su servicio de atención en salud y acceder a este tipo de herramientas de prevención.
A su turno, Andrés Mauricio Pérez señaló que la Prevención Combinada se orienta hacia las poblaciones clave y las comunidades vulnerables. Es decir, aquellas con mayor riesgo de infección por distintos factores.
Las poblaciones clave son los hombres que tienen sexo con hombres; las mujeres trans; personas usuarias de drogas inyectables; personas privadas de la libertad; y quienes ejercen trabajo sexual.
En las comunidades vulnerables se encuentran niños, niñas, adolescentes y mujeres.
Pérez explicó que -de acuerdo a las recomendaciones basadas en la evidencia científica- la Prevención Combinada se orienta a toda persona que identifica una situación de riesgo y el factor principal es no utilizar el preservativo.
Los retos de la Prevención Combinada
El médico infectólogo habló de cuatro retos:
- Desigualdades en el acceso a la Prevención Combinada por distintos factores: económicos, geográficos y de información, entre otros. El acceso a un preservativo, a un lubricante o a educación sexual, es diferente. En otras palabras, facilitar el acceso a estas herramientas de prevención es un desafío relevante para las comunidades.
- La falta de información, circunstancia que abre un espacio de trabajo en la respuesta al VIH para facilitar el acceso a contenidos sobre la Prevención Combinada, tarea de las entidades gubernamentales y las organizaciones sociales.
- Facilitar el acceso y un nivel de inversión que garantice la sostenibilidad de las intervenciones. Esta es una responsabilidad del gobierno, en los niveles nacional, departamental y municipal. Muchas de las acciones que se ejecutan se adelantan con recursos de la cooperación internacional y el nivel de inversión desde las entidades territoriales para la prevención es muy bajo.
- Reducir el estigma y la discriminación. Es relevante trabajar en ese campo y así facilitar que las personas busque el acceso a la Prevención Combinada, sin temor a ser señaladas, juzgadas.
Considera que Colombia es un país con diversas problemáticas, desde la vulnerabilidad. En algunas zonas del país no se dispone de tecnología para implementar la Prevención Combinada; no llegan los medicamentos antirretrovirales que se utilizan en los esquemas profilácticos; no hay un puesto de salud, entre otras situaciones.
Otras barreras relevantes son el desplazamiento forzado, la migración, la violencia de género, la actualización del personal que trabaja en salud.
Señaló que el Ministerio de Salud y Protección Social, la Organización Panamericana de la Salud y otras organizaciones realizan distintas acciones para llegar a zonas del país donde hay alta incidencia y prevalencia de VIH para fomentar la Prevención Combinada en esas regiones, tarea que se adelanta desde 2023, cuando se publicó el lineamiento PrEP. ” Esto permitirá que cada vez seamos más los que sepamos qué es Prevención Combinada”.
La Prevención Combinada ofrece una alternativa eficaz en la reducción del impacto del VIH en las comunidades y facilita información relevante para las personas que la requieren, permitiendo una mejor respuesTa al VIH y aporte a la calidad de vida. Además, está vinculada con el derecho a la salud y debe ser garantizada por los servicios de salud.
[1] Romero, Iván (2021) Prevención Combinada en acción como respuesta al VIH/Sida / https://tinyurl.com/yuo99qmg
[2] OPS (s.f.) Prevención Combinada de la infección por el VIH / https://tinyurl.com/2yjrrfjg
[3] Ministerio de Salud (2024) Hoja de Ruta para la Prevención Combinada del VIH / Sida en Colombia 2024 – 2025 / https://tinyurl.com/ywebvdrg